domingo, 28 de mayo de 2017

The Wicked + The Divine 1: El Acto Faústico

Leído en mayo de 2017. Cada vez que leo cosas como este The Wicked + The Divine recuerdo por qué el cómic me parece el medio privilegiado para lo imaginario —ningún otro soporte, formato o medio de la cultura popular es capaz de invocarlo con la misma fuerza. Aquí, Kieron Gillen, con un impulso que evoca a los clásicos modernos del cómic británico — es inevitable pensar en Moore, Gaiman o Morrison en la idea— crea un mundo que entrelaza mitología, cultura pop y angst adolescente, en una mezcla que toma magnífico cuerpo gracias a la mirada glam de Jaime McKelvie y su visión del Panteón como una reunión de pop stars —ficticias, pero con evidentes rasgos de estrellas del pop que existen o han existido—. Este primer volumen es fundamentalmente una presentación del concepto y una disquisición sobre el glamour, visto a través de la mirada —y del monólogo interior— de un adolescente fanática de las deidades pop. Al mismo tiempo, es una solidísima propuesta de urban fantasy que se acerca de vez en cuando a los márgenes del género superheroico y que promete mucho. Seguiremos leyendo.

domingo, 14 de mayo de 2017

Creepy 7

Leído en abril de 2017. Leer el puñado de historias del montón que conforman este volumen 7 de los Archivos de Creepy sabiendo que la recuperación del nivel de calidad no llega hasta el siguiente no es especialmente placentero. Aunque en la nota de lectura del anterior volumen se comentaba que la revista comenzaba a remontar poco a poco, los números del 33 al 36, los de este séptimo, ofrecen contados alicientes para el lector. Si acaso, se leen por completismo. En cualquier caso, hay buenos momentos que acaban compensando la lectura. El número 33 ofrece la estupenda “¡En la caja!” de Tom Sutton y la notable “Invitada real” de Pat Boyette. El 35 incluye dos buenas historias de los mismos autores: “Clientes difíciles” de Sutton y “Justicia” de Boyette. En el 36 destacan “Sobre las alas de un pájaro”, con guion de T. Casey Brennan y dibujo de Jerry Grandenetti, y la historia que cierra el volumen, “Belleza congelada”, el debut en el cómic mainstream del entonces ya maestro del underground Richard Corben. 
Como curiosidad para aficionados e historiadores del medio, el tomo incluye el editorial que James Warren dirigió a los miembros del congreso y al gobierno de los Estados Unidos con el cual el editor de Creepy se alineaba inequívocamente con los detractores de la intervención estadounidense en Vietnam.